Disfrutar de un recreo taurino
De entre los recuerdos más felices del colegio están aquellos de los ratos pasados en el patio
de recreo. Y a esta misma categoría de las emociones pertenece el recuerdo de los cuatro
cursos que he hecho con el Club de Aficionados Prácticos que dirige el maestro Dávila Miura.
Porque cada uno de esos fines de semana los tengo enmarcados como uno de los más felices
recreos de cada año.
Además de aprender los fundamentos del toreo y de llegar a experimentar la emoción de
retarse a uno mismo frente a un animal bravo en el tentadero, he podido pasar ratos
maravillosos escuchando a los profesionales del toro con los que compartimos en cada curso. Y
otro aliciente de los cursos es el encuentro con los compañeros. En el mundo del toro, el
respeto, la educación y la humildad se manifiestan con tal naturalidad que no podemos más
que hacer nuevos amigos en cada nuevo encuentro.
Ojalá pudiera hacer todos los cursos que se programan. Quedo muy agradecido a todos y cada
uno de los profesionales que lo organizan.
Blanco Corredoira
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